Próximamente: La lucha por la justicia racial en Estados Unidos: Los mejores documentales

‘No soy tu negro’
Dirigida por Raoul Peck, escrita por James Baldwin, 2016
Este film duro y esclarecedor muestra qué es ser negro en Estados Unidos a través de las palabras del escritor y activista James Baldwin (1924-1987), quien en 1979 empezó un texto (‘Remember this house’, Recuerda esta casa) basado en las vidas y asesinatos de tres iconos y amigos suyos: Martin Luther King Jr. (1929-1968), Malcolm X (1925-1965) y Medgar Evers (1925-1963), todos ellos asesinados por fanáticos racistas a una edad muy temprana. El ensayo inacabado de Baldwin, leído por el actor Samuel L. Jackson, desevela iluminadoramente el racismo violento y sistémico en este país. El racismo, según muestran el texto y el documental, no es un aspecto menor de la historia estadounidense: la historia de Estados Unidos es la historia de los negros.
Nacido en Harlem y rápidamente expuesto al racismo, Baldwin se fue a vivir a París a los 24 años, convencido de que era menos peligroso y frustrante llevar una vida de pobre (su presupuesto inicial era de 40 dólares) en cualquier parte que una de negro en Estados Unidos, por lo que permaneció en Francia casi una década. Regresó a Estados Unidos cuando aceptó por fin que su destino era luchar por la justicia social, el fin de la segregación y la integración racial.
De lo que se trata en realidad es de un tipo de apatía e ignorancia, que es el precio que se paga por la segregación. La segregación es eso. No se sabe lo que ocurre al otro lado del muro, porque no hay interés en saberlo. (James Baldwin)
El film está bien provisto de imágenes de archivo del propio Baldwin (mucha entrevistas televisivas, sobre todo), de los tres activistas acerca de los que escribe y de momentos señalados de la lucha por la integración, como el primer día en que la estudiante de quince años Dorothy Counts acudió al instituto de Harding, Charlotte, Carolina del Norte, acosada y hostigada por muchos blancos (un episodio que motivó el regreso de Baldwin a América), manifestaciones de supremacistas blancos contra la integración (provistos incluso de símbolos nazis) y fragmentos de películas con contenidos asombrosamente racistas (de ‘La cabaña del tío Tom’ a ‘Imitación a la vida’ hasta ‘King Kong’ o ‘Adivina quién viene a cenar’, entre muchas otras).

Las reflexiones de Baldwin sobre el racismo son lúcidas e iluminadoras, lo muestran bajo una luz nueva. Afirma que no hay un “problema de los negros”, sino un grave “problema de los blancos”, porque la mayoría de los norteamericanos blancos no saben vivir sus vidas privadas y están asustados de sus propias intimidades, una experiencia frustrante que les produce odio contra los que son diferentes a ellos, sean indios o negros. Insta a los blancos a preguntarse por qué necesitan al Negro (que es una construcción), por qué lo inventaron. Tienen que descubrirlo para resolver el problema racial: “La historia no es el pasado. Es el presente. Llevamos nuestra historia con nosotros. Somos nuestra historia. Si fingimos lo contrario, somos verdaderos criminales.”
Lo que los blancos tienen que hacer es intentar descubrir en sus propios corazones por qué es necesario, para empezar, disponer de un ‘negrata’, porque yo no soy un negrata. Soy un hombre. Pero si usted cree que soy un negrata, es que lo necesita. (James Baldwin)
El intelectual y activista James Baldwin se ha hecho famoso treinta años después de su muerte gracias a este documental cinematográfico proyectado en muchos festivales y salas. Está repleto de pensamiento, filosofía, psicología e historia.


‘Enmienda 13’
Ava DuVernay, 2016
Estados Unidos representa el 5% de la población mundial y tiene encerrado a casi el 25% de los prisioneros del mundo. Estos datos bastan para mostrar, de entrada, que no es el país más libre del planeta. Cuando nos enteramos de que una cantidad desproporcionada de convictos son negros, y de que uno de cada cuatro hombres afroamericanos pasará por la cárcel en algún momento de su vida, empezamos a sospechar que algo está podrido en Estados Unidos: tiene 2,3 millones de presos, y el 40% de ellos son negros, cuando el grupo negro solo constituye el 13% de la población estadounidense. Este documental muestra con una contundencia desarmante que el complejo industrial penitenciario norteamericano, dirigido por compañías privadas, es un negocio muy lucrativo, y que en el interior de las cárceles hay trabajo esclavo, impuesto mayoritariamente a negros. Muestra que la esclavitud nunca desapareció de Estados Unidos, sino que solo se transformó, y que el racismo moderno se pone de manifiesto en las grandes cantidades de afroamericanos encarcelados.

El documental toma su título de la enmienda 13 de la Constitución estadounidense, ratificada en 1865, que prohibió la esclavitud pero dejó una grave laguna: la esclavitud fue abolida para todos salvo para delincuentes y criminales, pues podía emplearse como castigo contra ellos. ‘Enmienda XIII’ demuestra que las cárceles estadounidenses están repletas de presos que trabajan como esclavos, y que la mayoría son negros. Puesto que el trabajo forzado penitenciario no queda prohibido en la enmienda 13, la encarcelación masiva se ha convertido en una nueva forma de esclavitud.
El film señala además que muchos -¿la mayoría?- de presos no han hecho nada para estar en la cárcel, sino que ingresaron en ella a raíz de delitos leves o directamente inventados. Que el sistema petitenciario estadounidense es un negocio corrupto y que genera enormes beneficios para compañías privadas financiadas por el Gobierno. Se aplica un modelo de retribuciones por prisioneros que reporta millones de dólares a las empresas del sector penitenciario.
‘Enmienda 13’ cuenta cómo ha evolucionado el sistema de esclavitud desde el fin de la guerra civil y la supuesta abolición de la esclavitud. La segregación y medidas políticas como la supuesta guerra contra el crimen y las drogas (Reagan y Clinton) han llevado a las encarcelaciones masivas de negros.
El film ha reunido una excelente documentación y a participantes muy relevantes, como la intelectual y activista Angela Davis y la abogada y profesora de Derecho Michelle Alexandre, autora del libro ‘The New Jim Crow Mass Incarceration in the Age of Colorblindness’, en el que la película se basa en buena medida. Decenas de otros académicos e investigadores ofrecen informaciones y reflexiones devastadoras en esta materia.

‘Enmienda XIII’ debe verse para comprender cómo la raza, la historia, el capitalismo, la política y el sistema de la justicia penal están íntimamente ligados en Estados Unidos. Su directora, Ava DuVernay, cineasta activista conocida sobre todo por ‘Selma’, ha hecho una aportación sustancial a la conciencia sobre la corrupción y el racismo institucionalizados.

‘Let It Fall: Los Angeles 1982-1992’
John Ridley, 2017
Primero fue la paliza brutal al taxista desarmado e indefenso Rodney King por un grupo de agentes de policía de Los Ángeles (una paliza grabada en vídeo por un blanco que distribuyó las imágenes de modo que pudieron verse en el mundo entero) el 3 de marzo de 1991; unos días después, el asesinato con arma de fuego de la estudiante adolescente Latasha Harlins por un tendero coreano por haberle robado una botella de zumo de naranja. Ninguno de los agresores de estas personas negras fue condenado a prisión. Después del segundo veredicto, que declaró inocentes a los policías angelinos pese a las pruebas flagrantes en su contra, estalló en el sur del centro de Los Ángeles una violenta ola de disturbios de tres días a partir del 29 de abril de 1992, en la que murieron 58 personas, 2.383 fueron heridas, más de 11.000 arrestadas y se produjeron daños materiales por valor de cien mil millones de dólares. La conflagración racial conmocionó no solo a la ciudad de Los Ángeles, sino a todos los Estados Unidos.

En 2017, 25 años después, se estrenaron cinco buenos documentales para conmemorar el aniversario de los altercados civiles más destructivos de la historia de Estados Unidos: ‘L.A. Burning’, ‘Burn, Motherf**cker, Burn’, ‘The Lost Tapes: L.A. Riots’, ‘Let It Fall’ y ‘LA 92’. Los dos últimos son especialmente interesantes.
‘Let It Fall’, de John Ridley (’12 años de esclavitud’), combina metraje bien seleccionado de aquellos días, muy bien editado, con entrevistas contemporáneas a personas de algún modo relacionadas con el conflicto racial, de modo que reconstruye tanto los hechos de abril y mayo de 1992 como el trasfondo histórico que permite entender el estallido de violencia. Ridley examina la década anterior a los conflictos. Relata una larga historia de racismo que explotó con la liberación de los cuatro agentes.

Las imágenes de archivo muestran los disturbios y los saqueos, las muchas muertes causadas por bandas del negocio de las drogas en el sur del centro de Los Ángeles, sobre todo en la comunidad afroamericana, sin que la policía interviniera para frenar el caos, así como los enfrentamientos entre las comunidades coreana y afroamericana, de modos innovadores y reveladores.

Las entrevistas muestran muchas perspectivas sobre los choques raciales. Escuchamos a residentes, víctimas, familiares de las víctimas, agentes de policía, miembros de jurado y demás participantes implicados en los hechos, una narración de múltiples perspectivas sobre los hechos.

‘La 92’
Dan Lindsay, T. J. Martin, 2017
Este film producido por National Geographic está compuesto por intensas imágenes de archivo, sin comentarios en voz en off ni entrevistas, editadas con ritmo y sintaxis cinematográficos, para construir una narración del choque racial en el sur del centro de Los Ángeles. El planteamiento funciona a la perfección: a través de metraje bien seleccionado se muestra la opresión racial sistémica y la explosión de rabia de un modo más efectivo que si se hubiera narrado por medios más convencionales.
Vemos los altercados, los pillajes, los choques entre agentes y angelinos negros, y todo es una imagen del infierno. Comprendemos que el racismo es una pulsión muy arraigada en la sociedad estadounidense y que está en el núcleo de las actuaciones de las autoridades y sus subordinados. Y que sus víctimas, de vez en cuando, explotan y reaccionan.